En el ritual largo y variado de la cocina italiana se llama “antipasto” (plural “antipasti”) a una serie de bocados diversos que funcionan como aperitivos, antes de los platos propiamente dichos. Como en italiano “pasto” significa comida, esos deliciosos entremeses que no son sino el preámbulo de la comida se llaman “antipasti”, por esta razón.
Los “antipasti” se suelen presentar en una mesa especial, que constituye lo que llamamos en español, “mesa de frÃos”, compuesta de elaboraciones sencillas de carnes, vegetales y pescados.
Algunos de esos “antipasti” son todos los “sottolio”, que asà se llaman los alimentos conservados bajo aceite, como atún, salmón, sardinas, corazones de alcachofa, entre otros. Por supuesto que ese método puede enriquecerse con el camino de los “escabeches” que con la participación de especias y cocimiento, logra sabores nuevos y duración en los pescados, las berenjenas, perdices y aves diversas.
En la mesa de los “antipasti” reina, como es natural, toda la gama de la charcuterÃa italiana, con los jamones de Parma y San Daniele en primera fila, seguidos de cerca por la estupenda mortadela, con sus notas de pimienta negra y “pistaccio”, de tamaño descomunal. Este tamaño obliga una mesa auxiliar, que situada junto a la principal, muestra la esplendidez de la mortadela con el cuchillo especial que permite cortarla en las tajadas que el gusto del cliente determina en cuanto al espesor. Por añadidura las distintas variedades de salames y salchichones acompañan a la mesa de “antipasti”.
En platos hondos, adornados con hojas de laurel se ven las aceitunas aliñadas, verdes y negras, vestidas no sólo con el laurel, también con otras hierbas que le complementan el sabor, como orégano y tomillo.
Los vegetales se tornan rojos con los pimientos, que pueden simplemente estar asados y pelados o bien contener un poco de mozzarella y anchoa. Sin olvidar los “zucchini” (zapallitos largos), en rodajas, revestidos del aceite de oliva con sabores de especias, zanahorias, porotos, espárragos y cercados por vinagres, molinillo de pimienta y sabores de salsas que aguardan la imaginación y la iniciativa del comensal.