RAZONES PARA HACERTE VEGETARIANA.
¿Si hay animales que se comen a otros animales, por qué no habrÃamos de hacerlo nosotros?
Muchos animales no humanos hacen cosas que no aceptarÃamos si viniesen de un humano. Por ejemplo, a veces los leones macho se comen a las crÃas de sus rivales o muchos cocodrilos se comen a otros cocodrilos más jóvenes y, sin embargo, nadie defiende que estarÃa bien que nosotros hiciésemos lo mismo. Desde el momento en que podemos reflexionar sobre lo justo o injusto de nuestras acciones, tenemos deberes y somos responsables de nuestros actos. Por lo tanto, podemos optar por no comernos a los demás (ya que comer animales claramente conlleva causarles un perjuicio al negarles el derecho a vivir). Por otra parte, aquéllos que no pueden reflexionar sobre sus acciones no pueden tener deberes.
Con todo, el hecho de que tengamos deberes hacia los demás no implica, por supuesto, que nuestros intereses sean más importantes que los de otros: las responsabilidades y derechos de cada individuo van en función de sus capacidades. Un ser humano con ciertas discapacidades mentales, un bebé o un animal no humano no son capaces de entender qué significa tener un deber, pero pueden sufrir un daño y tienen un interés en que esto no ocurra. Cualquiera que tenga intereses deberÃa poseer derechos que los protejan, y cualquiera que pueda reflexionar sobre las consecuencias de sus actos tiene responsabilidades.
BASES DE NUTRICIÃN.
Seguir una dieta sin productos animales es, desde un punto de vista nutricional, mucho más sencillo de lo que a primera vista, si desconocemos el tema, podrÃa parecer. Cuando nos planteamos el paso a una dieta vegetariana es común (y entendible) que nos preocupemos sobre si nuestra salud se va a poder ver resentida por ello de algún modo. Y pueden entonces asaltarnos dudas sobre si tendremos alguna carencia nutricional, si nos encontraremos más débiles o si podremos contraer alguna clase de enfermedad. Tales temores, sin embargo, son totalmente infundados. Todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita pueden ser adquiridos sin necesidad de consumir productos animales. Una dieta vegetariana es una opción perfectamente saludable y que no conlleva problemas nutricionales en comparación con una que incluya el consumo de productos animales.
Evidentemente, el hecho de ser vegetariano no es una garantÃa inmediata de que vayamos a tener una salud de hierro: si sólo comemos patatas fritas o cacahuetes podemos estar seguros de que no nos estaremos alimentando adecuadamente. Pero esto ocurrirá igualmente aunque incluyamos productos animales en nuestra dieta. La necesidad de tener una alimentación equilibrada para disfrutar de una buena salud no se reduce a aquéllos que siguen una dieta vegetariana: el hecho de consumir animales para nada elimina tal necesidad. Más aun, una dieta sin productos animales puede ayudarnos con respecto a toda una serie de dolencias como la arteriosclerosis, cáncer, osteoporosis, asma, etc., que se encuentran en mayor porcentaje entre la población en general (que sigue una dieta basada en el consumo habitual de productos animales) que entre los vegetarianos.
A continuación incluimos algunas cuestiones a tener en cuenta a la hora de seguir una dieta saludable.
ProteÃnas
Obtener la cantidad adecuada de proteÃnas en una dieta sin productos animales no presenta ningún problema en absoluto. Tanto los frutos secos y semillas como las legumbres y los cereales proveen gran cantidad de proteÃnas. Las proteÃnas se componen de aminoácidos. Lo que nuestro organismo propiamente necesita no son las proteÃnas como tales, sino los aminoácidos, que son los “ladrillos” con los que nuestro cuerpo construye sus propias proteÃnas. Hay veinte aminoácidos. El cuerpo humano necesita obtener ocho a través de la dieta, y por lo tanto son llamados esenciales. Hace años se creÃa que las proteÃnas vegetales eran de calidad inferior a las proteÃnas de origen animal en lo que a contenido de aminoácidos se refiere, porque su proteÃna no es “completa” (esto es, que no contiene todos los aminoácidos esenciales).
Sin embargo, se ha demostrado ya que esta creencia estaba equivocada. Si se sigue una dieta equilibrada basada en productos de origen vegetal, se conseguirán todos los aminoácidos necesarios en las cantidades adecuadas. El organismo los combina por sà mismo, de manera que no es preciso que en una sola comida los obtengamos todos a la vez.
Es necesario, finalmente, tener en cuenta que la función que cumplen las proteÃnas es la de ser los bloques con los que se construye nuestro cuerpo. Este es el motivo por el que las proteÃnas son tan necesarias para los niños, pues su cuerpo se está desarrollando. Pero en el caso de un individuo adulto esta necesidad se reduce a la reposición de aquéllas partes del organismo que se van desgastando.
Cuando la cantidad de proteÃnas que consumimos sobrepasa nuestras necesidades éstas son utilizadas por nuestro cuerpo para la obtención de energÃa, pero únicamente como una fuente secundarÃa; nuestra fuente de energÃa principal son los carbohidratos. La afirmación de que las proteÃnas son necesarias para conseguir la energÃa que precisamos es errónea, pues son los carbohidratos lo que necesitamos para ello. Un consumo excesivo de proteÃnas resulta perjudicial, pues puede producir pérdida de calcio, debido a que este mineral es necesario para la metabolización de éstas.
Grasa y ácidos grasos esenciales
Las grasas son necesarias para la absorción de las vitaminas liposolubles. Asimismo, ésta es necesaria para nuestros órganos y nervios. Los problemas relacionados con la ingesta de grasa se derivan de su consumo excesivo. Las dietas basadas en el consumo de vegetales son generalmente más bajas en grasa que las que incluyen productos animales, y el tipo de grasas que los vegetales contienen es más saludable.
Las grasas se componen de ácidos grasos, que pueden ser saturados, monoinsaturados o poliinsaturados. Los ácidos grasos saturados, llamados comúnmente grasas saturadas, se encuentran a temperatura ambiental en estado sólido y provienen mayoritariamente de fuentes de origen animal. Estas grasas son la causa de niveles altos de colesterol en la sangre y aumentan el riesgo de arteriosclerosis y enfermedades coronarias. Los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, que se encuentran en altas cantidades en muchas grasas de origen vegetal, tienen el efecto contrario.
Existen dos tipos de ácidos grasos que debemos ingerir en nuestra dieta. Son el ácido linoleico y el ácido linolénico. Los ácidos grasos esenciales son muy importantes para las funciones de la membrana celular, el metabolismo del colesterol y la sÃntesis de diversos metabolitos.
Carbohidratos
Existen tres tipos principales de carbohidratos: los carbohidratos simples (azúcares), los carbohidratos complejos (almidones) y la fibra. Los azúcares simples proporcionan energÃa de forma rápida y se encuentran en la fruta, asà como en productos como el azúcar, los dulces o los siropes.
Los carbohidratos complejos proporcionan energÃa de forma más lenta y estable. Pueden ser encontrados en cereales (arroz, pan, pasta, galletas, muesli, maÃz…), legumbres y en los tubérculos y otras raÃces de algunos vegetales (como las zanahorias, las remolachas o las patatas). La Organización Mundial de la Salud recomienda que un 55-60% de nuestras calorÃas provengan de carbohidratos complejos. Con una dieta basada en el consumo de vegetales esto es fácil de alcanzar.
La fibra es importante para el buen funcionamiento de los intestinos. Estas no pueden ser digeridas por el cuerpo humano, pero mantienen limpio el intestino. Las frutas, las verduras y cereales proporcionan fibra en abundancia.
El Hierro
El hierro es el elemento crucial en la hemoglobina (ya que es el que transporta oxÃgeno de los pulmones a las células). El hierro juega un papel en la producción de vitaminas y anticuerpos, y en la sÃntesis de los glóbulos rojos.
Las fuentes más ricas son verduras como las espinacas, las coles en general o las acelgas (verduras de hoja verde), los cereales, algunas frutas desecadas, los frutos secos, las semillas y las legumbres. La vitamina C mejora la absorción de hierro. Esto ayuda a que una nutrición vegetariana pueda proporcionar un buen suministro de hierro, al ofrecer muchos productos ricos en la citada vitamina.
El Calcio
Un buen balance de calcio es necesario para tener unos dientes y huesos sanos. El calcio también juega un papel en la regulación de músculos y el tejido nervioso, la secreción de hormonas y la coagulación sanguÃnea.
A pesar de las afirmaciones de la industria lechera, no es necesario beber leche para estar sano.
Las fuentes vegetales que proveen más calcio son las legumbres, los frutos secos, las semillas, los cereales integrales y los higos. Asimismo, el consumo de productos animales puede contribuir a la pérdida de calcio debido a su contenido de ácido úrico: para neutralizar su acidez nuestro organismo echa mano de sustancias alcalinizantes, como el calcio, que es asà desperdiciado. Por otra parte, también la ingesta de fósforo juega un papel en la asimilación del calcio, pues un exceso de fósforo impide ésta. Y esto ocurre a menudo con los productos de origen animal, en los que la cantidad de calcio y fósforo se encuentra desequilibrada (en relación a nuestras necesidades), a diferencia de lo que ocurre en los alimentos vegetales.
El Zinc
El zinc es un oligoelemento mineral. Un oligoelemento mineral es aquel que el cuerpo necesita sólo en pequeñas cantidades, pero que es, sin embargo, esencial para la salud. El zinc, como el calcio, ayuda al desarrollo óseo. También juega un papel en muchas reacciones enzimáticas.
El zinc se encuentra presente en muchos alimentos vegetales, como por ejemplo los cereales integrales (panes, pasta, arroz…), las legumbres, los germinados, los frutos secos y las semillas (las semillas de calabaza son una de las fuentes de origen vegetal con mayor concentración de este mineral).
La Vitamina D
La vitamina D es necesaria para la absorción de calcio. Nuestro organismo sintetiza esta vitamina a partir de la exposición a la luz del sol. La sÃntesis de esta vitamina vÃa rayos solares representa generalmente la cantidad adecuada que el cuerpo requiere. Además, el cuerpo guarda la vitamina D durante el verano para la utilización en el invierno. Asimismo, muchas margarinas y cereales de desayuno están enriquecidos con ella, además de que se puede conseguir en forma de suplementos.
Vitamina B2 (riboflavina)
La vitamina B2 es importante para la conversión de proteÃnas, grasas y carbohidratos en energÃa. Esta vitamina también está involucrada en la sÃntesis y reparación de tejido corporal.
Los cereales integrales, las setas, las almendras, la levadura alimenticia o verduras como las espinacas y las coles son buenas fuentes de riboflavina.
La Vitamina B12
La vitamina B12, también conocida como cianocobalamina, es importante para un sistema nervioso sano. También es importante para la formación de glóbulos rojos y para el crecimiento y desarrollo en los niños.
A pesar de que las deficiencias de esta vitamina no son más comunes entre los vegetarianos que entre aquellos que consumen productos de origen animal, dado que éstas son debidas fundamentalmente a problemas de absorción, se ha señalado que la ingesta de B12 es insuficiente entre quienes se abstienen de ingerir productos animales. Tal cuestión resulta controvertida. Aunque los casos de deficiencia no son muy comunes, es importante incluir una fuente segura de B12 en nuestra dieta. El cuerpo humano guarda una cantidad suficiente de B12 para 2-7 años. Se ha indicado en ocasiones que esta vitamina puede ser sintetizada a partir del cobalto, mediante la actividad bacterial en el intestino delgado, pero ello es aún objeto de discusión. Hay, en cualquier caso, toda una serie de productos alimenticios enriquecidos con esta vitamina, como ciertas levaduras nutricionales, cereales de desayuno, margarinas vegetales, leche de soja y otros, que se encuentran a nuestro alcance en tiendas o supermercados. Algunas personas (y no únicamente vegetarianos) optan por tomarla en forma de suplementos.
Yodo
La función tiroidea depende, entre otros nutrientes, del yodo (la glándula tiroidea produce y almacena hormonas que controlan algunas de las funciones corporales). Las verduras y cereales contienen distintas cantidades de yodo, en función de la proporción con la que éste se encuentre presente en el suelo. De todos modos, las carencias de yodo no son comunes hoy en dÃa. Algunas sales de mesa están enriquecidas con yodo (siendo empleadas no única o especialmente por los vegetarianos, sino por una gran cantidad de gente).
en esta pagina tienes desde recetas, a una fundación de apoyo, con preguntas y respuestas y reglas de nutrición, tambien te digo que son estrictos ( no comen leche ni productos lacteos ni huevos) pero te puede hacer una idea.
http://www.derechosparalosanimales.org/vegetarianism.php